"Un placard de bendiciones y felicidad"

"Un placard de bendiciones y felicidad"

Juan 14:6: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

Un esposo estaba mirando las camisas blancas colgadas en su armario. Examinaba detenidamente los puños para ver se estaban limpios. Su e
sposa estaba observando lo que hacía y le dijo:

“Si usted tiene alguna duda, es porque está sucia”.
Ésta misma línea de raciocinio puede ser aplicada cuando tenemos dudas de si un algo está en lo cierto o equivocado.

¿Tenemos plena convicción de qué nuestras actitudes están correctas? ¿Ha habido alguna duda con relación a las alternativas que hemos escogido? ¿Estamos convencidos de que el camino que estamos siguiendo nos llevará adonde queremos llegar? ¿Hemos tenido alguna duda sobre Dios y qué pasará después de nuestra muerte?

Nuestra vida solo será plena y abundante cuando estemos confiados de que hicimos la mejor elección y que ésta nos conducirá a la dicha eterna. Mientras haya incertidumbres y nuestro corazón esté titubeante sobre la decisión tomada, podemos estar seguros de que algo aún está equivocado.

Cuando hacemos la elección por el Señor, las dudas desaparecen, las incertidumbres son sepultadas, la angustia no nos enoja más. Cristo es el Camino, la Verdad que liberta, la Vida que tanto ansiamos conseguir y disfrutar. Al recibirlo, no necesitamos más buscar manchas en los collarines de nuestras decisiones, pues, en el armario de nuestra felicidad solo encontraremos perchas llenas de bendiciones a nuestra disposición.

¿tiene usted alguna duda con relación a su porvenir? ¿Siente tranquilidad en las decisiones qué ha tomado? ¿Se ha alegrado y siente firmeza en lo que ha hecho para construir su felicidad?

Si su respuesta es “sí”, siga adelante. Si su respuesta es “no”, busque la dirección de Dios. Su armario estará arreglado y su alegría será verdadera y eterna.