Dar su vida

"Dar su vida" Que lindo es reconocer que Jesús dio su vida por nosotros, valorarlo y amarlo como Él se merece

 

Hebreos 9:28: Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez…para salvar a los que le esperan.

Morir voluntariamente para que personas inocentes mueran… ¡qué crimen atroz es el atentado suic...ida! El hombre no debe disponer de su vida ni de la de los demás, pues pertenece a Dios. Sólo Él la da y la vuelve a tomar.

 

Tal comportamiento es el polo opuesto al Evangelio. Desde su gloria, Dios vio el estado de perdición en que los hombres habían caído. Nada le obligaba a ocuparse de ellos, sino el hecho de que su santidad y justicia exigían un juicio justo. Pero Dios es amor y en lugar de condenar quiso salvar. Amó a los hombres de tal manera que envió a su Hijo al mundo para expiar los pecados de todos aquellos que crean en Él. Al entrar en el mundo Jesús dijo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7). Esta voluntad tenía un doble aspecto: el Dios Salvador quería salvar a los pecadores, y la justicia de Dios exigía un sacrificio.

 

Cristo mismo se ofreció para ser ese sacrificio. El que era sin pecado cargó con los pecados de todos aquellos que creen en Él; los llevó como si fuesen suyos. Entonces sufrió la ira de Dios. Y por esa ofrenda de sí mismo nos liberó del juicio que merecíamos. Salvó a los que estaban perdidos y dio la vida a aquellos que merecían la muerte.

 

No sólo los liberó “de la potestad de las tinieblas”, sino que también los trasladó “al reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:12-13). Desde ahora el creyente tiene una estrecha e indestructible relación con el Hijo de Dios, quien se entregó a sí mismo por Él.